Los medios de comunicación nos bombardean todas las semanas (ya cada vez menos) con noticias,casi todas catastrofistas y sensancionalistas,sobre el calentamiento global,que ahora llaman cambio climático. La naturaleza no entiende de habladurías,de sensacionalismos y de catastrofismos,sigue unas leyes físicas y nos dice día a día que las cosas no son tan simples como nos quieren aparentar demostrar. Decían que en el año 2020 ya no habría hielo en el Ártico en verano.A la espera de tal acontecimiento,que veremos si se cumple o no,la banquisa ártica este verano está teniendo un comportamiento bastante extraño.Lo primero que vamos a hacer es comparar como estaba la banquisa el año pasado por estas fechas con como está este año.
Las diferencias son bastante evidentes,quizás no tanto en extensión pero si en concentración de hielo que es lo realmente importante.Y es que este año si nos fijamos tenemos una mucha mayor concentración de hielo en la zona ártica (colores morados más extensos) y también hay más hielo en los mares canadienses que el año pasado;de hecho,el paso del NW probablemente este año no se abra.Esta mayor concentración de hielo es muy importante,pues favorecerá que cuando en apenas un mes empiecen a descender las temperaturas de forma notable en toda esa zona,la recongelación sea más rápida.
Numéricamente vemos la evolución de la banquisa ártica este año frente a los anteriores en la siguiente gráfica:
Si nos fijamos,el descenso estacional en la extensión de la banquisa se ha parado hace ya varios días,lo cual ha hecho que tengamos más hielo que en los últimos 9 años,no quedando muy lejos los niveles de los años 90.El cambio es radical frente a años anteriores,lejos queda el mínimo de 2007.Podemos ver como esta evolución plana de los últimos días en la extensión de la banquisa no se ha dado nunca desde que hay datos,lo cual llama la atención porque aun queda un mes de descenso (hasta septiembre no se suele empezar a recuperar la banquisa).Si por algún casual,la banquisa siguiera así varios días más,podríamos hablar de una extensión parecida a la de los años 90,algo que desde luego dejaría alucinado a más de alguno,que se veía haciendo un crucero por el Ártico en pocos veranos.
Otra gráfica más,que compara la evolución del área con una concentración de hielo superior al 15% este año,el año 2012 y la media del periodo 1981-2010 junto con la desviación estándar:
Las comparaciones dicen que son odiosas y en este caso vemos como se cumple el dicho,y es que se puede observar como la extensión de este año está muy por encima de la de hace dos años y dentro de la desviación estándar del periodo 1981-2010.
Todo esto tiene que tener alguna explicación,y esta claro que las condiciones meteorológicas en lo que va de verano en el Ártico tienen mucho que ver.A continuación os dejo un mapa de anomalías de temperatura por encima del paralelo 60 N desde el 1 de junio al 15 de agosto respecto a la media del periodo 1981-2010:
Como se puede ver,en toda la zona del Ártico,que coincide con el centro de la imagen,no hay apenas anomalías de temperatura,y las pocas que hay son negativas.Estas temperaturas,en la media o algo por debajo,han favorecido un menor ritmo en la pérdida de hielo,sobretodo en los últimos días que es cuando se empieza a notar más con el descenso de la duración del día en esa zona.
Habrá que ir viendo si esta descenso,más lento de lo normal,en la pérdida de hielo en el Ártico,se mantiene o si se acelera. En teoría sería muy raro que la banquisa ya apenas perdiera hielo de aquí a septiembre,debería bajar algo más,pero la naturaleza será la que mande y si las temperaturas en el Ártico siguen contenidas,se perderá muy poco hielo de aquí a septiembre.
Las posibles consecuencias de que la extensión de hielo sea bastante mayor que en años anteriores:
-Crecimiento más rápido de la banquisa cuando empiece la recongelación,al haber una mayor concentración respecto a años pasados.
-Ganancia más rápida en potencia de la masa de aire polar,que contrastaría y bastante con las masas de aire tropicales,muy vigorosas aun en septiembre,lo que nos traería un comienzo de otoño con bastante actividad ciclónica en el hemisferio norte (ya se vería si con un chorro zonal o con grandes meandros).
Iremos viendo lo que ocurre.
Ánimo David. No sé que te ocurre pero si es una cuestión anímica que sepas que todo pasa y vendràn tiempos mejores. Te lo digo por experiencia. Estoy deseando leer nuevas entradas.
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