Era finales de febrero y muchísimas personas estábamos preocupadas,y mucho, por la ausencia de lluvias. Veníamos de un 2017 que fue malísimo,con una primavera y un otoño muy secos y un comienzo del invierno que también lo fue. El campo en pleno mes de febrero estaba agostado,sin vida. No había hierba y hasta salía polvo cuando andabas por él. Un servidor estuvo en Galicia en diciembre y la gente estaba asustada,no había casi agua en los pozos, y el campo apenas presentaba hierba que le diera ese color verde típico de esa maravillosa tierra. Pensábamos que íbamos a otro aó horrible y las restricciones de agua estaban ya preparadas en muchas zonas,hasta en ciudades grandes. Pero a 30km de altura se produjo un cambio,un calentamiento estratosférico. Una onda de Rossby entró con fuerza en la estratosfera arrastrando aire más cálido y provocando un calentamiento que para las fechas ha sido casi histórico.
En la siguiente animación se puede ver la evolución de las anomalías provocadas por ese calentamiento,un calentamiento que afectó a todo el Ártico y duró varios días.
Animación de las anomalías de temperatura al nivel de 10hPa (unos 30km de altura),desde el 3 de febrero al 4 de marzo de 2018.
En el siguiente gráfico se puede ver la evolución,en trazo rojo, de las temperaturas al nivel de 10hPa en los últimos meses. Se puede observar ese potente calentamiento,del cual la estratosfera no se llegó a recuperar en bastantes días.
Evolución de la temperatura al nivel de 10hPa entre los 65 y 90ºN de latitud. Se ve también la media climática y los máximos y mínimos.
Lo importante de estos calentamientos es que se propaguen a la troposfera, porque si lo hacen repercuten en la circulación atmosférica del hemisferio norte. Esos cambios,de darse,a veces nos afectan y otras veces no,y en este caso hubo suerte y nos tocó.
Se puede ver como el calentamiento se propagó a la troposfera justo al acabar febrero y comenzar marzo,con las anomalías positivas de temperatura extendiéndose hacia abajo y a la derecha.
Sección vertical de las anomalías de temperatura entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2018
Al calentarse la estratosfera polar,se debilita el gradiente térmico con el ecuador y con ello, los vientos del oeste del vórtice polar estratosférico se debilitan, pasando a ser incluso del este. Se observa una anomalía negativa en los vientos del oeste bien clara,asociada al calentamiento estratosférico.
Sección vertical de las anomalías de viento zonal entre el 1 de enero y el 31 de marzo.
Vemos la prueba del desplazamiento a la troposfera del calentamiento estratosférico en el índice AO,con un descenso muy acusado para finales de febrero,manteniéndose en negativo hasta entrada la segunda quincena de marzo. Dichos valores,tan negativos,no se alcanzaban desde hace mucho tiempo.
Primer gráfico:Evolución del índice AO durante las últimas semanas y predicción.
Como dije antes, el descenso del índice AO no quiere decir que en nuestro país el tiempo se inestabilice, pues este índice es hemisférico y los cambios se pueden dar en otras zonas de nuestras latitudes, por eso es importante mirar también el índice NAO,y se puede ver como coincide el bajón de la AO con el de la NAO,que estuvo en negativa hasta también bien entrada la segunda quincena de marzo.
Primer gráfico: evolución del índice NAO durante las últimas semanas y predicción.
¿Cómo cambió el calentamiento estratosférico y en qué se tradujo ese descenso de la NAO y la AO?
Para ello vamos a ver como cambió la configuración atmosférica respecto a los meses anteriores.
Aunque los dos primeros mapas que cuelgo son desde mediados de noviembre,en realidad,y salvo pequeñas interrupciones, llevábamos 6 años con el mismo tipo de circulación atmosférica sobre nuestro país. El anticiclón subtropical atlántico desde noviembre hasta finales de febrero,bien aposentado al oeste peninsular y las bajas presiones discurriendo por el norte o descolgándose hacia el Mediterráneo, propiciando constantes situaciones de NW, con precipitaciones restringidas sobretodo al extremo norte peninsular y ausencia de lluvias en el resto. Hubo alguna excepción,como el paso de ANA en enero,pero en general, la circulación fue de ese tipo y luego se verá claramente la prueba de ello.
Presión media a nivel del mar desde el 15 de noviembre de 2017 al 25 de febrero de 2018.
El mapa de anomalías de presión es aun más esclarecedor, con presiones más altas de lo normal en todo el oeste nuestro y más bajas de lo normal desde Reino Unido-Escandinavia hasta el Mediterráneo. Esas altas presiones, impedían las llegada de las borrascas a la península, borrascas que cuando más llegan es en los meses invernales.
Anomalías de presión a nivel del mar desde el 15 de noviembre de 2017 al 25 de febrero de 2018.
Somos muy técnicos a veces para explicar fenómenos meteorológicos y solo había que ver el campo. Esta imagen de finales de febrero muestra una península marrón. Las dehesas extremeñas y andaluzas apenas tenían hierba,poca nieve fuera de las montañas del norte y en las del centro y sur,la que había era en cara norte sobretodo,a barlovento del flujo predominante.
Imagen de la península el día 23 de febrero.
Un mes después, el cambio es evidente,y eso que apenas había salido el sol aun,pero en el oeste peninsular se observa ese cambio a más verde. Se pueden ver también los sedimentos arrastrados por el río Guadalquivir en sus desembocadura y más nieve en las montañas del centro y sur,incluso en zonas del norte como los Montes de León.
Imagen de la península el día 27 de marzo.
El cambio en la circulación atmosférica fue tremendo. En el siguiente mapa se muestra la presión media a nivel del mar desde el 26 de febrero al 31 de marzo. Las altas presiones desaparecen del oeste, apareciendo una gran zona de bajas presiones que desde el Atlántico se mete en Europa por el SW,llegando hasta incluso el SE europeo. Muy al norte,se ven altas presiones,en el Ártico, allí donde se propagó el calentamiento estratosférico.
Presión media a nivel del mar desde el 26 de febrero al 31 de marzo de 2018.
El mapa de anomalías de presión a nivel del mar en el mismo periodo es casi calcado, con presiones hasta 12hPa por debajo de lo normal hacia el NW y N peninsular de más de 8hPa en otras muchas zonas del SW europeo. Por el norte por contra,anomalías positivas,asociadas a ese anticiclón en latitudes altas que se formó.
Anomalía media de la presión a nivel desde el 26 de febrero al 31 de marzo de 2018.
Con el cinturón de bajas presiones desplazado al sur,los vientos de W-SW que traían, arrastraban masas de aire muy húmedas, con gran recorrido marino, lo que hacía que el agua precipitable que llevaban los frentes asociados fuera alta. En este mapa se observa la anomalía en el agua precipitable durante el mismo periodo de tiempo anterior. Anomalías positivas en todo el sur de Europa y negativas en el norte, donde ese anticiclón enviaba vientos del E-NE directos desde el Ártico y el N de Rusia,vientos secos.
Anomalía del agua precipitable entre el 26 de febrero al 31 de marzo de 2018.
Nos encontramos por tanto con un cambio radical de la circulación atmosférica en muy poco tiempo, pasando de constantes entradas de NW con precipitaciones restringidas al extremo norte a una situación de lluvias generalizadas en el 80% del país.
En el siguiente mapa se ve lo que comento. Es el porcentaje de lluvia respecto de la normal, recogida desde el 1 de septiembre al 20 de febrero,antes de que empezaran las lluvias. Se observa como en muchas zonas las lluvias no llegaban ni al 50% de lo normal, superando solo los valores normales en la cornisa cantábrica y el N de Baleares.
Porcentaje de precipitación recogida sobre la media desde el 1 de septiembre de 2017 al 20 de febrero de 2018.
Con el cambio de patrón y un mes de lluvias,el mismo mapa cambia radicalmente. Los colores naranjas desaparecen del oeste,apareciendo incluso sitios donde el porcentaje de lluvia es de más del 100%. Se mantienen los porcentajes bajos en el E y SE, donde las situaciones atlánticas no dejan lluvia,sobretodo en zonas de costa,porque en el interior si llovió.
Porcentaje de precipitación recogida sobre la media entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de marzo de 2018.
El mapa de porcentaje de lluvia acumulada en el mes de marzo se puede ver como en extensas áreas del oeste e interior y puntos del NE ha llovido más de tres veces lo que suele llover. Solo ha llovido menos de lo normal en el SE y zonas del E,así como en Canarias. Ha sido el segundo marzo más húmedo desde 1965 a nivel estatal.
Porcentaje de lluvia acumulada en el mes de marzo respecto de la media. Fuente: AEMET
Con tal cantidad de precipitación,es esperable que cayera algún record de lluvia para el mes de marzo y así fue,cayeron unos cuantos. Llama la atención que en la Comunidad de Madrid cayeron los record de varias estaciones, aunque no fue el único sitio donde eso ocurrió. Ojo,que algunos records son de hace muchos años,como el de Madrid capital, lo cual habla del histórico mes de marzo que hemos tenido. En muchas otras estaciones fue el segundo mes de marzo más húmedo desde que hay datos.
Efemérides de precipitación del mes de marzo. Fuente: AEMET
Otro aspecto muy interesante es el de las temperaturas que ha habido en el mes de marzo. Mucha gente asocia la llegada de borrascas con temperaturas altas y pocas o nulas precipitaciones de nieve. Pues bien,en el siguiente mapa se ve como el mes de marzo fue muy frío en casi toda España,con temperaturas en amplias zonas más de 2ºC por debajo de lo normal, por lo que esa suposición de borrascas es igual a ambiente suave,es falsa.
Anomalía de temperatura del mes de marzo. Fuente: AEMET:
De hecho,las acumulaciones de nieve a finales del mes de marzo y a primeros del mes de abril era histórica en algunas zonas de montaña como en el Sistema Central. La siguiente foto,del twitter de @PepePalacio,es de la Sierra de Estrella,la sierra más occidental del Sistema Central:
Imagen de la Sierra de Estrella,en la primera semana del mes de abril.
Con tanta precipitación cabe esperar que nuestras reservas de agua lo notaran,y así fue. Los embalses durante todo el invierno no habían subido casi nada a nivel estatal,de hecho,en las cuencas atlánticas estaban bajando. Con el cambio de circulación atmosférica y la llegada de las borrascas, el nivel de agua embalsada se disparó en casi todas las cuencas del país. Antes de empezar a llover nuestros embalses no estaban de media ni al 45% de su capacidad. Pues bien,con las lluvias de marzo y las que llevamos este mes de abril, los tenemos ya a más del 65%. La subida como vemos es espectacular.
Podemos ver las cuencas atlánticas como son las que más han notado estas lluvias. Su nivel de agua embalsada era crítico en algunos casos,como el Guadalquivir,que estaba antes de las lluvias al 30%,o el Tajo, que apenas tenía algo más. Estaban muy mal también el Duero, el Guadiana y las cuencas de Galicia. Como se ve,con la llegada de las borrascas, la situación cambió radicalmente,con subidas espectaculares en el nivel de agua embalsada, nivel que seguirá subiendo debido a que hay mucha nieve aun en las montañas.
Así pues, nos encontramos con que apenas 1 mes de lluvias ha conseguido revertir la situación de extrema sequía que padecían muchas zonas de nuestro país. Meteorológicamente ha sido muy didáctico el ver como un calentamiento súbito estratosférico puede cambiar (por enésima vez), la circulación atmosférica en nuestras latitudes. Y hay que dar gracias, porque si estas lluvias no se llegan a dar, habría habido restricciones para el consumo en muchas zonas de nuestro país antes del verano. Por suerte,no será así.
Y no lo suelo hacer, pero creo que esta situación de extrema sequía que hemos padecido merece hacerlo. Nuestras autoridades no pueden estar sin hacer nada ante fenómenos de este calado, no pueden estar esperando a que suene la flauta y llueva. Nuestro país necesita un plan hidrológico, necesita infraestructuras y mejorar las que hay para poder aprovechar mejor el agua. La gestión del agua debe estar en manos del estado y no de las comunidades autónomas, lo cual solo provoca egoísmos. No puede ser que se esté tirando miles de litros de agua al mar en el norte de España mientras que se trasvasa agua de cuencas que estaban en su momento al 30% y de embalses que estaban a menos del 15%. Esta vez ha llovido a tiempo, pero quizás en la próxima sequía no haya tanta suerte.
Para terminar os dejo unas fotos realizadas por mi amigo Sergio Rodríguez en uno de los viajes que puede realizar con él a Galicia. Las tres primeras fotos son de un muy crecido río Miño en Árbo,al S de Pontevedra. La orilla de en frente es Portugal. En diciembre el río apenas llevaba agua.
Esta foto es de la ruta de los Muiños de Porto,en Tomiño,Pontevedra. Estaba exuberante de agua tras las lluvias.
Y un vídeo (yo no lo grababa,que conste,lo hacía Sergio),de un chubasco con intensidad de lluvia torrencial que nos afectó yendo por la autovía a Tui.
Y un vídeo de youtube de la Garganta del Infierno,en el valle del Jerte,en Gredos. El agua baja casi a presión tras las abundantes lluvias,y es que hay zonas en la vertiente sur de Gredos que han recogido casi 1000mm durante el mes de marzo.
Tras mucho tiempo,espero que os haya gustado esta entrada en el blog.
1 saludo a todos y gracias por seguir ahí.