Hace tiempo que no comentamos el estado de la banquisa ártica. Estando en la mitad de mayo está claro que la banquisa ya ha comenzado su descenso al mínimo estacional que se dará allá por septiembre. Ha sido un año malo para la banquisa pero no tan malo como quizás cabría suponer puesto que a pesar de que el máximo de hielo no fue nada bueno, el que empezara luego a bajar la extensión respecto a otros años ha hecho que la situación no sea tan mala.
En el siguiente gráfico podemos ver el descenso de la banquisa con una anomalía negativa en extensión de casi 1 millón de km2 comparada con la media desde 1971.
En cuanto al mapa de concentración de hielo podemos ver como hay zonas donde el aumento de la radiación y por tanto de las temperaturas debido a la entrada de la primavera está empezando a disminuir bastante la concentración de hielo. Esto se ve bién sobretodo en la periferia de la banquisa en la zona de Nueva Zembla sobretodo y también al norte de Canadá e incluso ha aparecido un mínimo de concentración en pleno ártico, al N de Alaska.
Comparando con otros años podemos ver como la extensión actual es la 3a-4a más baja por detrás de 2010,2006 y empatada con 2007.
Iremos siguiendo la evolución de este año al mínimo, la cual resultará crucial de cara al devenir climático de lo que pueda pasar en el otoño e invierno próximos así como siguientes estaciones. Hay que recordar que el polo o los polos, son los sumideros de aire cálido del planeta que juegan un papel fundamental en el clima terrestre, aunque también es verdad que solo son parte de uno de los subsistemas (la criosfera) de los que gobiernan el clima.
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